Este proyecto es una muestra de cómo la rehabilitación puede transformar un recinto obsoleto en un edificio moderno y acogedor. Construido como hotel en 1960, esta pequeña torre icónica ha sido renovada para convertirse en un conjunto de apartamentos que destacan por su diseño innovador y funcionalidad.
La reforma integral ha ofrecido una buena oportunidad para maximizar el espacio. A pesar de la compacta distribución, en los 31 apartamentos, de 25 m² cada uno, se ha priorizado la espacialidad interior y la entrada de luz natural. La mayoría de los apartamentos disfrutan de amplias terrazas que ofrecen vistas privilegiadas del entorno arbolado y la ciudad.
IDENTIDAD ARQUITECTÓNICA
En cuanto a la envolvente exterior se ha mantenido el volumen original del edificio destacando el característico ladrillo madrileño. Para enfatizar su condición vertical de torre, se han forrado los techos de las terrazas con espejo y se han introducido nuevos materiales para mejorar la arquitectura de la fachada: piedra natural en el bajo comercial y barandillas permeables de malla de acero inoxidable. Todos estos detalles actualizan su identidad arquitectónica.
EL CONCEPTO ARQUITECTÓNICO
El hotel original contaba con nueve plantas: una de acceso y dos sótanos. La planta de acceso era más reducida ya que comparte la superficie con una farmacia a pie de calle. La cuestión era saber dónde ubicar los espacios compartidos. Para no perder superficie de apartamentos, se decide situar las zonas nobles: salones, cocina, co-working en el primer sótano; pero no sin antes abrir un gran hueco en el forjado de planta acceso que conecta con un grandísimo ventanal a pie de calle que inunda de luz natural estos espacios. La calidad de la arquitectura queda demostrada con la osadía de esta decisión, estrategia que el promotor enseguida aprobó al comprobar que los hasta entonces metros oscuros de sótano se convertían en metros luminosos de gran valor inmobiliario.
El diseño del interiorismo destaca por su enfoque contemporáneo y funcional. Se ha potenciado la amplitud espacial y la entrada de luz natural en cada apartamento, ofreciendo un ambiente acogedor que busca la armonía con toques de color, creando espacios estéticamente atractivos.
IMPACTO E INTEGRACIÓN EN EL ENTORNO
La reforma ha sido ejecutada con un profundo respeto por el entorno y la identidad del barrio. Se han conservado elementos arquitectónicos originales y se han introducido materiales innovadores, como una lámina espejada en las terrazas que dinamizan la estética urbana circundante. El edificio es mucho más que una simple rehabilitación; representa un modelo innovador de convivencia.
RENATURALIZAR LA CIUDAD
En los techos de todas las terrazas se han colocado láminas reflectantes que generan un sorprendente efecto visual al acercar la vegetación de la calle a todas las plantas. Esto confiere un ambiente más agradable a las estancias y una estética más naturalista en pleno centro de la ciudad. Además, se ha mantenido el característico ladrillo madrileño de las fachadas. Pequeñas acciones como estas ayudan a preservar y potenciar la identidad de nuestras ciudades, además de promover un estilo de vida más saludable.
CLIENTE
Welcomer Group
LOCALIZACIÓN
Madrid, España
ARQUITECTOS
Belén Moneo, Jeff Brock
EQUIPO DE ARQUITECTURA
Yaiza Camacho, Francisco Blázquez
ARQUITECTO TÉCNICO
Javier González, Jose Maria Lisa
INGENIERÍA DE ESTRUCTURAS
Calter Ingeniería
INGENIERÍA DE INSTALACIONES
ATEI Consultores
CONSTRUCTORA
Construye Capital
INSTALADORA
Grupo Proingec
SUPERFICIE CONSTRUIDA
1800 m²
FOTOGRAFO
Pablo Gómez-Ogando