El factor más significativo en el emplazamiento y orientación de la iglesia es su relación con una gran plaza. Tanto la iglesia como la plaza son importantes espacios públicos que dialogan entre sí espacialmente cuando los ritos y festividades religiosas pueden encontrar acogida, cuando se desbordan los confines del recinto.
La fachada presenta un gran plano rectangular, declarando con énfasis su frontalidad hacia la plaza. El silencio de este espacio deriva de una materialidad sencilla y austera; figura, anticipando un espacio de tranquilidad y recogimiento en el interior. Una gran marquesina protege y anuncia una ancha entrada de 11 metros, y sus múltiples puertas son abatibles y transparentes, admitiendo la total conexión visual del interior de la iglesia con el espacio exterior de la plaza. Una serie de celosías correderas de acero permiten modular la privacidad (o apertura) entre los dos espacios.
Al ser un edificio exento y estar en el núcleo del conjunto urbano, su volumetría exterior de diseño moderno ofrece solidez y aplomo. Sus formas rotundas nos recuerdan a las de las primeras misiones americanas hechas de adobe y madera. El gran campanario de 43 metros de altura permite que la iglesia pueda ser divisada desde una gran distancia, sirviendo de referencia a los conductores de la Carretera Nacional, donde está ubicada.
La organización de la iglesia en planta deriva de iglesias tradicionales, y el diseño presenta características arquitectónicas reconocibles, extraídas de prototipos de templos cristianos; como el campanario, los vitrales, el altar frontal, el baptisterio, el coro, las tres capillas y el patio interior. Aún así, la propuesta de arquitectura, interiorismo y diseño tiene características indudablemente modernas. Su composición es, a un tiempo, reconocible y novedosa.
La planta del templo cuenta con una nave central de 15 metros de ancho, por 18 metros de largo, por 15 metros de alto, cuyo eje norte-sur desemboca en el altar. La luz natural es el centro de este proyecto: cada una de las tres pequeñas capillas, orientadas al este, tiene una fuente de luz cenital mediante un gran tiro vertical coronado por un romboide en la cubierta. Cada rombo tiene una orientación particular, por lo que el color de la luz de estas capillas que iluminan la nave central va cambiando a lo largo del día. La primera capilla es la del Santísimo, donde se encuentra el Sagrario, la segunda es la del Señor de la Misericordia y la tercera es la capilla de Juan Pablo Segundo.
Por encima del altar, hacia el norte, hay un gran lucernario cuya luz dibuja una cruz latina en el vacío que preside la totalidad del espacio; mientras que en el oeste de la nave contamos con el baptisterio y el coro en un piso superior. El baptisterio se abre al patio occidental a través de una larga ventana horizontal, protegida con una ligera marquesina que difumina la luz. Una robusta pared de celosías de piedra protege el interior de la iglesia del ajetreado exterior. Finalmente, los haces de luz coloreada de una gran ventana-lucernario de vitrales completa la entrada de luz natural en la esquina suroeste.
Como en cualquier iglesia, la acústica era de suma importancia. Se dispusieron materiales absorbentes y difusorios donde precisaba: en la pared detrás y enfrente del altar, sobre la entrada y en la totalidad de las paredes del coro. La colocación en degradado de las pequeñas piezas de madera que se extiende también a las capillas, no es, por tanto, únicamente estética, actúan como difusores de ondas sonoras en estos puntos críticos.
Por las altísimas temperaturas de Monterrey durante más de la mitad del año, la consideración de métodos sostenibles en este proyecto era imprescindible. Lo primordial era evitar la insolación directa. En su interior, la iglesia cuenta con abundante luz natural. El diseño logra que, aunque toda la luz entre de forma indirecta, no resulte plana y uniforme, sino todo lo contrario, con color e intensidad variada con carácter dinámico. También se ha diseñado un sistema de ventilación que permite la corriente de aire natural mediante aperturas de entrada y salida en puntos estratégicos. Así, la iglesia queda aclimatada sin necesidad del aire acondicionado durante parte del año, aunque no se descarta su uso puntual cuando las altas temperaturas lo requieran. Además de utilizar diversos materiales para que el interior esté debidamente aislado, el gran espacio que se forma entre el falso techo de la nave y el forjado de la cubierta actúa de cámara de aire y plenum para mantener la ventilación y la temperatura adecuadas.
CLIENTE
Plaza Serena (Real Estate in Huajuco Canon)
LOCALIZACIÓN
Carretera Federal 500, Monterrey
TAMAÑO DEL EDIFICIO
1.600 m²
PRESUPUESTO
$ 2.077.717
ARQUITECTOS
Belén Moneo, Jeffrey Brock
EQUIPO DE ARQUITECTURA
Irene Alberdi, Andrés Barrón, Fabrice Leray
MAQUETA 3D
Fabrice Leray, Andrés Barrón
INGENIERÍA DE ESTRUCTURAS
RGT Ingeniería (Gerardo Hernández)
PAISAJISMO
Harari Landscape Architecture
CONSULTOR DE ACÚSTICA
Arau Acustic (Higiniarau)
FOTOGRAFO
Jorge Taboada