Delimitada al oeste por una ruidosa carretera y al este por un espectacular bosque de palmeras, tres plataformas se posan en el terreno a distintos niveles, adaptándose a él en su caída y abriéndose al paraje natural. Para proteger el lado más vulnerable, se proyecta una celosía de piedra local en el patio y fachada de la entrada que atenúa el sonido del tráfico, otorga privacidad a la vivienda y tamiza el sol de poniente.
Sobre estas plataformas, una esbelta y ligera estructura metálica, una retícula uniforme de 5.4 m x 5.4 m sustenta una gran cubierta, que delimita el espacio en altura, y da protección a los diferentes espacios, interiores y exteriores, situados bajo ella.
La casa se orienta para facilitar el paso de los vientos predominantes, permitiendo un barrido continuo de ventilación natural y luz por las diferentes estancias a través de las celosías de madera, grandes ventanales, bóvedas, patios interiores y huecos previstos para ello, creando un microclima bajo la cubierta, una agradable sensación de protección y frescor. Esta gran cubierta de sombra aporta un importante ahorro energético.
El programa recoge las necesidades de una familia numerosa de edades dispares. Los espacios, informales, abiertos y permeables a su privilegiado entorno son también acogedores y compactos manteniendo una escala apropiada a sus distintos usos: cocina, comedor, zona de estar, despacho, dormitorios, invernadero y una zona de juego o estudio para los más pequeños.
Decidimos hacer uso del ladrillo local y desarrollar un sistema estructural híbrido que combina bóvedas tabicadas de ladrillo, sobre una estructura de acero de finos pilotis. También nos decantamos por la mezcla de sistemas constructivos, bóvedas artesanas sobre una calibrada y precisa estructura de acero, finas carpinterías de aluminio, muros de cristal, y de puertas correderas de moderna tecnología.
El empleo del barro en forma de ladrillo como elemento básico para la construcción de los forjados, supone una opción adecuada para el control climático, gracias a su baja conductividad y a ser un material relativamente económico. La textura uniforme pero artesana del aparejo en el plano horizontal de la cubierta, junto con un suelo suave de travertino local, contrarrestan el uso del cristal y el aluminio en los paramentos.
Nueve tipos de bóvedas de distinta geometría y esbeltez según el carácter de los espacios interiores que enmarcan sobresalen de la cubierta. Dos bóvedas grandes enmarcan el sitio de encuentro y reposo. Sin duda, tanto las bóvedas del estudio de Miró en Palma como las de La Ricarda, son antecedentes.
El agua en estanques y piscinas atraviesa la casa de este a oeste aportando su rumor, luz, reflejos y frescor. Bajo la casa grandes cisternas aguardan la recogida del agua de lluvia que allí es copiosa, pero también muy necesaria para el riego continuo.
CLIENTE
Privado
SUPERFICIE CONSTRUIDA
1527 m²
SUPERFICIE ÚTIL
1322 m²
ARQUITECTOS
Belén Moneo, Jeffrey Brock
EQUIPO DE ARQUITECTURA
Federico Pérez, Javier del Pozo, Francisco Blazquez,
Pedro Arnanz, Ismael Sanz, Yaiza Camacho
MAQUETA 3D
Pedro Arnanz, Javier del Pozo
PAISAJISMO
Lowell Whipple
INGENIERÍA DE ESTRUCTURAS
Díaz Ingenieros, Suárez Cáceres
CONSTRUCTORA
PIIAU